Capitulo 09 : Sinfonía de la Rosa Marchita.

El perturbador grito de una mujer resonaba en el viento, recostada sobre su cama cubierta por sabanas de seda roja, convulsionaba de forma histérica e irracional – Amy, ¿Estás bien? – Joseph intentaba tranquilizarla sin lograrlo, la impotencia de ver el sufrimiento de su amada sin poder hacer nada para detenerlo – Sólo será un instante – decía la voz que resonaba dentro del cráneo de Joseph – Sólo puedes esperar, ya está hecho – Joseph con sus ojos cubiertos de lagrimas mezcla de felicidad y miedo, abrazo instintivamente a Amy, para que parara de llorar, sin embargo Amy, no reaccionaba a ningún estimulo proveniente de Joseph, y sus ojos se veían vacios, su cuerpo estaba frio – No te preocupes Joseph, ya pasara – Amy se comportaba como un bebe recién nacido, Joseph impaciente la apretaba contra su pecho – Perdóname, tuve que hacerlo – no fueron sus palabras, sino el cálido sonido de su corazón latiendo lo que tranquilizo a Amy, entonces dejo de llorar, y entro en un estado de meditación, donde poco a poco fue entendiendo lo que sucedía a su alrededor – después de todo, es el trauma de renacer – Amy, comenzó a reaccionar, poco a poco cerró sus ojos y roso su mejilla contra el pelo de Joseph intentando acariciarlo con la piel de su rostro, mas, no sintió nada – Joseph – dijo Amy – Amy, me reconociste – Amy guardo silencio, y puso su nariz contra el pelo de Joseph e intento respirar su olor, sin sentir nada – Yo, ¿Estoy muerta?...

Anima Haud IX: Sinfonía de la Rosa Marchita.

-¿Sabes cuánto te demoraras en llegar? – Grito Henreiter mientras buscaba a Ubseti – veinte minutos, desde aquí son veinte minutos, claro que usando la teletransportación llegarías al instante - Ubseti escuchaba oculto tras de un árbol, intentando colocar de nuevo su humero derecho en la cavidad de su clavícula – es una técnica bastante simple necrógano, para un nigromante es un paso básico en sus estudios satánicos, así como volver a su sitio el hombro que te disloque.

-Tienes razón – dijo Ubseti detrás del árbol, intentando inútilmente colocar su zafado hueso, pero el mana que le quedaba apenas si alcanzaba para mantenerlo en pie – sin embargo no son estudios satánicos, confundes la nigromancia con la brujería.

-Ah, pues para mi es la misma cosa, bujo, ritualista o nigromante, ambos dan lastima, todo aquel que roba el poder de otras entidades, no es más que un gusano.

-Pues mira quien lo dice, una marioneta, si tu señor no estuviera moviendo tus hilos, ni siquiera podrías moverte.

-¿Si?, pues tu ahora tampoco tienes mucha libertad de movimiento, o crees que no me había dado cuenta- Henreiter visualizo el brazo de Ubseti asomando tras el árbol en que se ocultaba - ¡¡¡Ya no tienes energía!!! – Henreiter tras pasa bruscamente el árbol con la intención de destrozar a Ubseti, mas, entre los escombros no había nada más que madera y el brazo cercenado – ¡Mierda!, cortaste tu propio brazo.

-Nosotros no sentimos dolor idiota – dijo Ubseti mientras caía desde la copa de un árbol cercano, con un su cuchillo en la mano izquierda, cayo cortando el cuello de su enemigo, la fuerza involucraba todo el peso de su cuerpo, por ende, atravesó su cuello de lado a lado decapitándolo – la estrategia, también es un tipo de combate.

-Lo sé – dijo la cabeza cercenada de Henreiter, mientras su cuerpo atacaba por la espalda a Ubseti atravesando su torso con su mano – y esto se llama contraataque.

Amy caminaba lentamente, mientras Kate temblaba de confusión y miedo - ¿Qué sucede?, ¿No te vas a defender?- Amy volvió a apuntar con su dedo en dirección a Kate – esto, es un rayo condensado de mana, es cinco veces más potente que una de tus balas, puede traspasar el blindaje de un tanque, lamentablemente, es poco efectivo, puesto que su área de daño es mínimo, se reduce sólo al diámetro de mi dedo, por lo que la puntería del “Usuario” debe ser muy fina, como para dar en un órgano vital, ¿Quieres probarlo? – Amy, lanzo el rayo, y Kate apenas si pudo esquivarlo, corrió para tomar la mayor cantidad de distancia posible, y comenzó a dispara contra Amy, quien moviendo velozmente esquivaba cada una de las balas - ¡Maldición, es demasiado rápida! – Kate siguió disparando hasta vaciar el cargador de una de sus pistolas, Amy, al esquivar las balas parecía como si bailara con facilidad entre las estelas trazadoras de los proyectiles que Kate lanzaba, Amy, lanzo un rayo con sus dedos, traspasando por completo el brazo izquierdo de Kate y la pared de concreto tras ella, el dolor de Kate fue tal que casi desmaya, su cuerpo colapso completamente y quedo afirmada en la pared, apenas si podía razonar, Amy se acerco hasta quedar a un metro de distancia frente a Kate – No sabes lo afortunada que eres, ser capaz de tener esa sensación, dolor, como lo extraño – Kate respirando copiosamente respondió con una voz apenas audible – eres una maldita masoquista – Amy, se tomo su tiempo para responder y como era costumbre en ella olio nuevamente su bufanda, y dijo sin retirar su cara de ella – dolor, eso es lo que te mantiene viva, sin él, es lo mismo que estar muerta, ¿Qué crees que es el infierno?, no es el lugar lleno de dolor de tus patéticas creencias, yo he experimentado el infierno, y ahí no hay dolor físico, no hay calor, no hay frio, no hay luz, no hay ruido, pero tampoco hay silencio, ni oscuridad, lo desesperante de aquel lugar es que no hay nada, entiendes, ¡¡¡Nada!!! – Amy estaba como poseída, instante que Kate aprovecho de usar las pocas fuerzas que le quedaban para levantar su mano derecha y colocar el cañón de su pistola en la frente de Amy – Que lastima que lo odies, porque volverás a ese lugar – y disparo, traspasando por completo el cráneo de Amy, dejando un agujero en la frente del tamaño de la bala, rodeado por una enorme quemadura de pólvora, la fuerza del impacto fue tal que la cabeza de Amy se sacudió violentamente hacia atrás zafando sus vertebras cervicales y volando por completo su nuca, mas, su cuerpo no cayo – No me digas que planeabas matarme con eso – Su cuello volvió a su lugar y su rostro quedo frente a Kate - ¿Qué no te habías percatado? – dijo mientras su nuca se regeneraba y el orificio de bala se cerraba frente a ella, al punto de dejar su cabeza tal y como estaba antes de recibir el disparo – Yo, no puedo morir.

Henreiter acomodo su cabeza, Ubseti recupero su brazo – estamos donde empezamos necrógano, oh, pero si a ti ya casi no te quedan fuerzas, cierto – Ubseti le levantó su mano derecha con la palma apuntando a Henreiter – no quería, llegar a esto, mi energía se consumirá muy rápido – pensó, y puso su mano izquierda sobre su brazo derecho - ¿Qué haces? – pregunto Henreiter, mas Ubseti sólo lo miro, su palma empezó a brillar, lanzo una luz blanca que entro en el pecho de su adversario – lo que tienes en tu torso, es una bomba de energía, cuando cierre mi puño, tu cuerpo estallara – Ubseti cerró su puño, haciendo estallar en mil pedazos, sin embargo aquel no era el cuerpo de Henreiter, sino que eran tábanos -¿Qué mierda?- de la nada apareció una cadena metálica que traspaso el pecho de Ubseti dejándolo anclado al suelo, uso todas sus fuerzas para incorporase, y los tábanos rodearon su cuerpo por completo – ¡¡¡Metal de la nada, control de insectos, usaron la sangre de Aarón y Mao en tu creación!!! – Grito Ubseti – Correcto – Henreiter levantó sus manos y asumió la misma posición que Ubseti había usado anteriormente para lanzar su hechizo – aunque no fueron sólo ellos dos – lanzo la luz blanca de la palma de su mano, el mismo ataque de Ubseti.

-¡¡¡Mátame de una buena vez!!! – Gritaba desesperada Kate, con una herida insipiente en su brazo izquierdo que atravesaba hasta su hueso, mas, Amy dispara más y más rayos hacia a Kate dando contra la pared detrás de ella, errando a propósito, como forma de tortura.

-Te matare, pero aun no a cabo contigo – seguía disparando rayos sin cesar, que sólo rozaban a Kate, y más que el dolor de su brazo, lo que la torturaba era el zumbido en sus oídos de los ataques de Amy.

-Por favor, detente o mátame pronto, pero que esto se acabe.

-¿Detenerme?, ¿Acabar?, no lo hare, no hasta que entiendas.

-¿Entender qué?

-Sufrimiento- decía Amy, sin siquiera cambiar la expresión de su cara - ¡¡¡Sufrimiento!!! ¿No sabes lo que es el sufrimiento? ¿No sabes lo que es morir? – el tono en su voz comenzó a elevarse cada vez más, con un notorio resentimiento – El sólo hecho de vivir es un sufrimiento, y la muerte es el descanso, crees que te lo hare fácil.

-¿Hacer fácil? – entonces Kate, comenzó a entender lo que Amy realmente trataba de decirle.

-No te matare, aun, hare que sufras, ¿Quieres eso? ¿Quieres sufrir? ¿Crees que el mundo es sólo una mierda? ¿Qué la vida es despreciable?

-¡No lo creo! Tengo la fe que todo saldrá bien.

-¿Cómo? ¿Con un milagro? ¿Acaso crees que tu Dios vendrá a liberarte? ¿Acaso crees que Víctor te salvará de nuevo? ¿Qué tu hermana se sacrificara de nuevo? ¿Qué Joseph te rescatara de nuevo? Nada de eso pasara, tu Dios te ha abandonado, Víctor está muerto, tu hermana nunca existió, y para Joseph sólo eres una herramienta, ¡¡¡Los milagros no existen!!!

-¡Te equivocas! Los milagros si existen.

-Agonicé los últimos dos años de mi vida deseando un milagro que nunca tuve, sólo encontré la paz al morir.

-Si los milagros no existieran Teddy me hubiera matado esa noche.

-No te has dado cuenta, tu vida no es una bendición, tu existencia esta maldita.

-Puede que tengas razón, pero puedo cambiarlo.

-Entonces demuéstralo, levántate y lucha contra tu maldición, no puedes depender de nadie, ni de tu padre, ni tu hermana, ni de Joseph – estas palabras más que torturarla le dieron a Kate más fuerza para incorporarse, el dolor de su brazo ya no era tan intenso, su depresión ya no era tan fuerte, tras ponerse de pie, vio en el rostro de Amy una tierna sonrisa, y descubrió la verdadera intención de su supuesta enemiga.

Apenas de pie, Ubseti mantenía unidas sus costillas a su abdomen en su costado diestro – Muy astuto, usaste todas tus fuerzas para libérate de esas cadena, rasgando tu propio cuerpo, sin embargo, apenas si puedes mantener tu cuerpo unido – Ubseti, con su visión cada vez más borrosa, intentaba pensar en alguna manera de recuperar su energía, necesitaba el alma de seres vivos para poder restaurarse, cuando nuevamente, los tábanos lo envolvieron, y Henreiter se disponía a lanzar nuevamente su hechizo, Ubseti reacciono, y ambos se atacaron al unisonó lanzando la luz blanca, la cual se alojo en la cabeza de cada uno de ellos, la tensión se mantenía, ninguno de los dos cerraba la palma de sus manos – este es mi último despliegue de energía, un error y se acabo todo – pensó Ubseti, y ambos cerraron el puño, sus cabezas estallaron, y sus cuerpos se desplomaron al suelo, pero sólo unos segundos más tarde, Henreiter regenero su cabeza y se puso nuevamente de pie – Buen intento necrógano, pero ya no te queda energía para ponerte de pie – Henreiter intento devolver los insectos, pero estos no se movían, y uno a uno empezaron a caer al suelo - ¿Qué mierda esta? – Los trozos de la cabeza de Ubseti se volvieron a unir, y recupero su matriz – Fue un grave error tuyo, el dejar a tus insectos rodeándome- Ubseti, había absorbido la energía vital de los tábanos, pero aquella energía sólo le alcanzaría para quince minutos más – oh, te has levantado, aun así, acabas de ver que no hay nada que puedas hacer, no hay forma de que me ataques- Ubseti puso su cuchillo en su propio cuello – Si la hay, “Posesión”- corto su propia garganta, y comenzó a absorber la energía vital de la tierra, los arboles y del mismo Henreiter, camino lentamente hacia él – ¡¡¡No podrás acabar conmigo, soy inmortal!!!- Henreiter corrió hacia Ubseti, pero mientras más se acercaba más se disminuía su propio poder y aumentaba el de Ubseti, al punto de que su cuerpo se convirtió en tierra empapada en la sangre de la cual había sido creado, volvió a sus componentes originales –Polvo eres y en polvo te convertirás- dejo de absorber energía, y cayó de rodillas al suelo vomitando – Maldición, pensaba usar esto para acabar con él, cada vez que lo ocupo, mi cuerpo se pudre, sólo podre usarlo una vez más, y lo acabare con esto – Ubseti intento teletransportarse al santuario enemigo, pero apareció a un kilometro de distancia de este – entiendo, hay un campo de fuerza, no puedo transportarme allá, tendré que llegar a pie – camino sujetándose de cada árbol que encontraba en el camino, puesto que su ultima técnica había sido tan devastadora, que toda la energía que había absorbido debía usarla en mantener armado su cuerpo.

Mientras dentro del santuario, Amy usaba su energía para curar las heridas hechas en Kate – Gracias, por lo que haces, realmente pensé que me matarías, pero no tenias que ser tan ruda, hubiera bastado con que me explicaras la situación – Amy inhalo nuevamente su bufando y dijo – iba a matar a alguien, pero no era a ti- Kate miro a Amy fijamente y esta se desplomo al suelo - ¿Amy, qué sucede?- Amy cayo de costado, y Kate la volteo boca arriba y apoyó la cabeza de Amy suavemente en sus rodillas:

– Joseph no… Joseph no podrá matarlo- Susurro Amy con una voz muy débil.

-¿Qué?

-No podrán matarlo, él es un demonio, sólo los ángeles son capases de matarlos, pero a él ni siquiera un ángel sería capaz de matarlo.

-¿Qué dices, cómo podemos matarlo?

-Joseph sabe que él se lanzo una maldición a sí mismo, una que se les suele dar a los demonios menores como castigo, consiste en que sólo los humanos puros pueden matarlos, por eso Joseph te necesita, cree que tú serás capaz de matarlo, pero no es así, si, los humanos los pueden matar, pero su poder es demasiado grande para destruirlo, necesitan el poder de un ángel para debilitarlo lo suficiente, y un humano libre de pecados para darle el golpe de gracia, pero aunque tuvieran un ángel que lo debilitara, su carta de triunfo tu, no serás capaz de matarlo.

-Amy, no necesitamos un ángel, si tu nos ayudas, los tres podremos vencerlo y…

-No, no podre ayúdalos, use toda mi energía, no he absorbido ni una gota de energía desde que fui revivida, el ultimo trazó lo he usado para curarte.

-Absorbe de mi energía, Ubseti… no, Joseph, dice, que soy una fuente inagotable de ella.

-Aun no lo entiendes, yo morí hace tiempo, la razón por la que no he absorbido energía es para regresar a la paz, el lugar donde mi alma se encuentra.

-Pensé que odiabas el infierno.

-Sí, mi cuerpo estuvo allá, pero mi alma esta en otro lugar.

-Pero tienes que ayudarnos, tú y Joseph lo debilitan y yo me encargare de él, lo matare.

-No lo entiendes, aunque lo debilitemos no serás capaz de matarlo…- Amy, sonrió tiernamente - ¿Puedes poner mi bufanda sobre mi nariz?

-Está bien- Kate coloco la bufanda sobre el rostro de Amy y esta aspiro el olor.

-No puedo oler nada, pero esto me trae recuerdos de cuando era feliz – Amy miro a Kate, y cerrando poco a poco sus ojos dijo – Dile a Joseph que lo estaré esperando… - cerro sus ojos completamente y su cuerpo se transformo en arena.

Kate, atónita grito -¡¡¡Mentirosa!!! Dijiste que no podías morir – con sus ojos húmedos llenos de lagrimas volteo y vio a Ubseti en la puerta de entrada, Kate se paro y corrió hacia él, Ubseti camino en línea recta, al toparse frente a frente con Kate, esta intento abrazarlo, pero Ubseti la empujo bruscamente a un costado, Kate cayó al suelo, y volteo para ver el como Ubseti se acercaba a la parte donde estaba la arena que en una vez fue el cuerpo de Amy, se arrodillo frente a los restos de su amada, tomo sus ropas y las froto contra su cara – Perdóname, por no poder salvarte- dijo Ubseti con voz sollozante y posiblemente desesperada al no poder llorar – Lo que fácil viene, fácil se va – Dijo la voz del demonio que había provocado toda esta situación - ¿Aarón? ¿Tu estas muerto? ¿Desde cuándo estas aquí? – pregunto Kate confundida – Tuve asiento de primera fila, vi toda tu pelea con Amy, debo confesar que me sentí algo excitado, pero me hubiera gustado que fueran un poco más violentas la próxima, oh, lo olvide, no habrá una próxima vez – Ubseti tomo la bufanda de Amy y la puso alrededor de su cuello, y mirando con ira grito – Me las pagaras, ¡acabare contigo!, ¡¡te torturare!! ¡¡¡Te humillare!!! ¡¡¡¡TE DESTROSARE!!!! ¡¡¡¡¡JURO FRENTE A LOS RESTOS DE MI AMADA, QUE TE MATARE CON MIS PROPIAS MANOS!!!!! ¡¡¡¡¡¡BAAL!!!!!!...

Fin: Anima Haud IX: Sinfonía de la Rosa Marchita.

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