En una habitación oscura en las cercanías de la ciudad, se encontraba un hombre vestido con una gabardina negra, parado en el centro de un hexagrama, rodeado de velas negras y en la mano un libro grueso, estaba en medio de un ritual oscuro y su morfología parecía más la de un cadáver que la de un ser humano, y dentro de este fúnebre ambiente, un extraño viento sopla como un susurro demoníaco:
-El ritual esta completo, al fin he encontrado una enorme fuente de poder.
Anima Haud I: El Mal Día De Kate.
Era un día como cualquier otro en la vida de Kate, acaba de salir de su trabajo como policía, se encontraba sentada en uno de los banquillos de la plaza esperando a que su novio Clark pasara a buscarla, la vida de Kate ha estado rodeada por la mala suerte, la fatalidad la ha perseguido desde que era muy pequeña, cuando un asesino en serie acabo con su familia, después de esto, Kate no sólo tubo que vivir con el peso de estar sola en el mundo, sino que también con la imagen de sus parientes siendo destazados frente a ella, y sus pesadillas de un asesino persiguiéndola, ella no recordaba la cara de este, sólo la atormentaban las imágenes de un gastado oso de peluche cubierto de sangre, buscándola con intenciones de matarla.
Después de aquel fatídico incidente, Kate fue adoptada por el jefe de policía, este hecho la motivo para seguir sus pasos, y convertirse en uno de los oficiales más prestigiosos a la temprana edad de veintitrés años, aunque la mayoría de sus compañeros no creen en sus meritos y la molestan diciendo “Es sólo porque eres la hija del jefe, sólo eres una recogida cualquiera”
Clark había llegado con un retraso de veinte minutos, pero Kate es una persona sumisa así que no le reclamo nada, es más, estaba feliz, solía sentirse sola todo el tiempo, y para ella era agradable que alguien le demostrara cariño, después de ir a comer, fueron al banco, Clark solo usaría el cajero automático así que era cosa de dos minutos, pero esos dos minutos fueron un error imperdonable.
Sólo un segundo después de que Kate y su novio entraran al banco, un disparo quebró las voces del tumulto, y como un saco cayó el cuerpo del guardia de seguridad con un agujero en la cabeza:
-¡Todos al suelo, esto es un asalto!- grito un hombre de terno con una pistola en la mano derecha, varios de los que estaba adentro sacaron de sus maletas pistolas y metralletas pequeñas, eran en total siente asaltantes.
-Kate-susurro Clark- quédate quieta, llama a los de la estación, yo trataré de distraerlos.
-Pero son siete- dijo Kate- no puedes tu solo, yo te ayudare.
-No, quédate quieta.
-Soy oficial de policía, y sabes que tengo entrenamiento en Aikido, además, ellos tienen armas y son demasiados para ti.
-Estarás entrenada, pero yo no soportaría que algo te pasara, así que no te muevas.
Mientras esto sucedía, aquel extraño hombre de negro se abría paso como una serpiente entre las tuberías de ventilación del edificio, hasta llegar a la rejilla que daba con la recepción donde ocurría el asalto:
-Ya entendí- pensó- así que la fuente es esa chica.
Clark se puso de pie y camino hacia los asaltantes con las manos en alto:
-Cálmense, cooperaremos en todo, pero no lastime a nadie.
-¿Quién eres tú?- dijo el líder.
-Soy sólo un cliente, no opondré resistencia ni nada, pero es mejor que no haya heridos, es más conveniente para ustedes cuando la policía llegue.
-¿Llegue? ¿Acaso llamaste a la policía?
-No, pero todos los bancos tienen el mismo sistema de seguridad, llama de forma automática tras cualquier incidente, así que la policía esta en camino.
-Pues aunque lleguen, tenemos la de ganar, hay en nuestro poder casi cincuenta rehenes.
-Cincuenta rehenes eh, sabes, creo que no tienes balas suficientes para todos, y cuando llegue la policía, todos se les tiraran encima, ¡mejor ríndanse ya!
-Los rehenes atacándome, ¿Cómo podré evitar eso?- dijo en tono irónico, levanto su pistola y le disparo en el pecho- Poniendo te como ejemplo.
Clark cae al suelo de rodillas, sangrando a chorros, luego, su cuerpo se estrella con el suelo boca abajo, Kate se arrastra hacia él y lo voltea hacia arriba, lo abraza firmemente y rompe en lágrimas, Clark ya no tenía señales vitales, ya no respiraba:
-Entiendo, así que él era tu novio eh, sé que tienes que estar destrozada, no te preocupes, pronto te reunirás con él- dijo el jefe de los asaltantes, en lo que el cuerpo de Clark comienza a convulsionar.
-¿Clark?
-¿Todavía esta vivo?- Clark se levanta agresivamente – ¡eres un idiota persistente!- el asaltante comenzó a dispararle, las balas atravesaban sus brazos, piernas y hasta su torso, pero Clark no caía, corrió hacia el asaltante y le sujeto la mano que tenia la pistola, disparando a la gente que estaba a su alrededor matando a dos personas-¿Pero qué demonios tu…?, ¡¡¡Hijo de perra!!!- Clark abrazo al asaltante, y comenzó a inflarse como un globo y luego exploto en pedazos, destrozando consigo el cuerpo del asaltante.
-¡Clark!- gritó Kate de forma desesperada, mientras veía aterrorizada como caían los pedazos de su novio, mientras los cadáveres de las personas muertas por los tiros perdidos se levantaron y atacaron a el resto de los involucrados, los bandidos aterrorizados comenzaron a disparar a al tumulto, Kate se lanzo al suelo protegiendo su cabeza con las manos.
-No los mataran a no ser que disparen a la cabeza- dijo el tipo de negro que apareció detrás de uno de los asaltantes.
-¿Quién eres tu?- pregunto el asaltante mientras se volteaba.
-Ubseti, ese es mi nombre de mago, tu, tu puedes llamarme demonio- saco un cuchillo de su manga, y rasgo al asaltante, lo corto desde el ombligo hasta la garganta, dejando que todas sus viseras cayeran al suelo, los demás asaltantes le dispararon, en un inútil intento de matarlo.
-Esto no… esto no esta… no esta pasando, ¡¡¡esto no esta pasando!!!- se repetía Kate, mientras se arrastraba hasta una de las pistolas que había en el suelo.
-Hola- dijo Ubseti, apareció de la nada, sólo en un pestañeo y ya estaba parado frente a ella, Kate por reflejo le disparo en la cabeza, pero la bala sólo entro y salió sin hacerle nada.
-¡Maldito!- grito Kate mientras le daba una fuerte patada en la cabeza, rompiéndole la mandíbula, sin embargo, Ubseti tomo su fracturado hueso con sus manos y la coloco de nuevo en su lugar.
-Excelente patada, si mis nervios funcionaran, me habría dolido bastante.
Kate, asustada, corrió hacia la ventana, le disparo para quebrarla y salto hacia fuera, Ubseti salió persiguiéndola, Kate cruzó la calle y volteo por reflejo intentando ver si había perdido a su atacante, Ubseti salto hacia ella, en el salto más largo que ella había visto, pero, Ubseti se lanzo a la calle sin darse cuenta de la proximidad de un camión de carga y antes de alcanzarla fue arrollado por este con tal violencia que su cuerpo pareció haber sido absorbido por el vehículo, dejando a Kate sentada en el suelo, cubierta de sangre, sangre que parecía estar seca, atónita, miraba con miedo el camión que avanzo sin detenerse unas cuatro cuadras, en ese instante llego la patrulla de policía, los cuales al ver que todos los rehenes estaban muertos volvieron a Kate, mas ella no reaccionaba, estaba paralizada de terror.
-¿Qué rayos fue lo que sucedió en el banco?- le pregunto Ralf, uno de los colegas de Kate en la sala de interrogaciones de la policía.
-Ya te lo he dicho como mil veces- dijo Kate.
-¿No esperaras que me trague ese cuento eh?
-Ralf déjala- dijo Víctor, el jefe de policía y padre adoptivo de Kate- ella acaba de pasar por un hecho traumático, déjala descansar por dios.
-¿Qué la deje descansar?- Grito Ralf enfurecido- ¡¡¡tenemos contando a los usuarios, asaltantes y funcionarios aproximadamente 58 muertos, y ella es la única testigo!!! ¿Y usted quiere que yo la deje en paz?
-Ella no se encuentra bien en estos momentos, tiene la mente confundida y no distingue con claridad entre sus pesadillas y los acontecimientos, déjala descansar, por su salud psicológica y por el bien de la investigación, después que se reponga tendrá los hechos más claros y podrá responde.
-Pero…- Ralf guardo silencio y tragándose su orgullo dijo -Esta bien jefe.
-Kate, vete a tu casa, duerme un poco, mañana estarás mejor y con la cabeza despejada, nos podrás decir lo que de verdad paso.
-¿Tu tampoco me crees?- dijo Kate algo decepcionada.
-Sólo estás asustada, acabas de perder a tu novio, es normal que tu cerebro confunda las cosas, es mejor que descanses.
Kate se marcho a su casa, allí, se tiro sobre su cama mirando el techo: -¿En realidad lo imagine?- pensaba y trataba de racionalizar lo que había vivido –¿Quizás lo imagine todo?, pero hay algo que no imagine… esos ojos…. Esos ojos amarillos y el olor a azufre eran reales, de eso estoy segura… -, mientras tanto, afuera, una silueta negra estaba parada frente a su casa, la luna llena se cubría de nubes –Así que aquí vives he, al fin te encontré, perra…
Fin: Anima Haud I: El Mal Día De Kate.
Continua: Anima Haud II: Justicia Ciega.
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